¡Vamos a brindar! Expresión usual en fechas especiales; estrechando la copa y elevándola como el mayor de los trofeos.
Durante décadas ha trascendido tan coloquial acto común en casi todas las civilizaciones del mundo; quien lo creyera, ¡a veces brindamos hasta con agua!
Lo mejor de todo es que esos tan anhelados brindis van acompañados de deliciosos bocados que provocan sensaciones indescriptibles y hacen que hasta con remordimiento algunos rompan la dieta, pero que enriquecen el espíritu.
La naranja, la manzana, la cereza, la maracuyá y en general las frutas ácidas; el chocolate, los frutos secos, el queso brie y el queso azul son ingredientes que junto a otros casi innumerables ingredientes, facilitan muchas preparaciones que se complementan perfectamente con un espumante. Y preparaciones como las ensaladas frescas, ensaladas con palmitos y espárragos, pescados blancos parrillados, setas al horno, carnes blancas con champiñones, postres con chocolate, hojaldres con frutas ácidas, entre otros. Todas las sensaciones de estas preparaciones se relacionan con la frescura, aromas y sabores vibrantes, y la particularidad de las burbujas que identifican a los espumantes.